Al pasar por mi Cibeles, quise sacarte bailar, un vals, mi
vals, como dos enamorados, y dormirme acurrucado, mientras oigo esta, tu
canción. Gracias, gracias por haber venido a robarme el corazón.
Ayer a la hora de la cena, descubrimos que falta el día después, tal vez, disfrazado de viajero, un día, pueda invitarte a un café, tal vez, sin apuros, sin preguntarnos que vendrá después lleguemos juntos, a la misma parada del tren.
Y tal vez, sabiendo que no te gusta la imprecisión de este tal vez, seas tú, quien siempre debió ser. Y me encontraré, y te encontraras conmigo, y obligados por los besos a soñar, la primavera ya no durará solo un segundo, y yo escribiré para ti, la canción más hermosa del mundo.
Ayer a la hora de la cena, descubrimos que falta el día después, tal vez, disfrazado de viajero, un día, pueda invitarte a un café, tal vez, sin apuros, sin preguntarnos que vendrá después lleguemos juntos, a la misma parada del tren.
Y tal vez, sabiendo que no te gusta la imprecisión de este tal vez, seas tú, quien siempre debió ser. Y me encontraré, y te encontraras conmigo, y obligados por los besos a soñar, la primavera ya no durará solo un segundo, y yo escribiré para ti, la canción más hermosa del mundo.
Gracias por la invitación a descubrir esta parte de tu mundo. Un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti por ser parte del encanto de mi mundo. Beso
ResponderEliminarSin palabras.... Muy bonito.
ResponderEliminarGenial...todo un galan!!! como siempre!
ResponderEliminarte beso...