viernes, 17 de febrero de 2012

23 y 12


Te busco entre los rostros que alcanzo a ver desde este banco en que te espero, mi vista ya no es la de antes pero juro haberte visto pasar unas cinco veces en el rostro de mujeres de esta Habana.

¿Serán tantas mis ganas de que aparezcas? ¿Tantas serán de verte llegar con tu sonrisa nerviosa, tu cerquillo rebelde y tus ojos inquisidores?, esos que de proponérselo, detendrían este tráfico infernal, en este día infernal, y a esta hora infernal.

Te busco pero no te encuentro y comienzo a desesperar, intento culpar a mi viejo reloj, este atrevido seguramente ha vuelto a caminar deprisa para gastarme otra de sus bromas, como la última vez que esperaba por ti, ¿recuerdas? , ese día me gritaba que abandonara tu espera, que ya no llegarías, que era una utopía pensar que te acordarías de nuestro encuentro, y cuánta razón tenía, no llegaste y me fui con mis ganas y tu flor robada en un jardín de la calle 10, una hora después, 60 minutos más viejo y más desconfiado de las citas a ciegas. Afortunadamente creo que esta vez mi suerte comienza a cambiar, creo que te he visto, acabo de descubrirte sonriéndome desde la otra esquina, intentando llegar hasta donde estoy escribiendo mientras te espero.

2 comentarios:

  1. que lindo Yendrito, me ha gustado mucho , y me siento indentificada con eso, no sabes cuánto

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  2. muy amable misterioso(a) lector(a), esta puede ser situación de todos, salut

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