Deberíamos algún día
hablar
de penas,
o
de alegrías
o
de visiones
o
de sospechas
o
de ilusiones,
también
poemas.
De temas fútiles
o
de condenas.
De
hablar de frente,
o
de tener pena.
De
andar creyendo,
de
cosas nuevas,
de
lo que fuimos
de
lo que queda.
Hablar de todo sin que la prisa
la
vida misma o las secuelas,
impida
vernos de tal manera
que
queden ganas.. el tiempo vuela
el
viaje es corto, y la gente casi siempre.. buena.