Como
suele suceder en un día típico, te levantas, cuando ya te das cuenta de que no
hay más remedio que hacerlo, te preparas o intentas hacerlo para batallar
contra un lunes, rezando porque literalmente vuele, porque suspendieran aquella
reunión o porque la maldita resaca termine de pasar. Todo parece
intrascendente, en el mismo lugar, del mismo color, las mismas caras hoy
envueltas en mas tela por ¨el frío¨ cubano, muy típico todo, llego a esperar mi
transporte obrero y me llama la atención una curiosa conversación entre dos
colegas, asombrados por tener una reliquia numismática en sus manos, (una
monedita rara), nada más y nada menos que unos 5 céntimos que datan de 1916,
sacando cuentas y volviéndolas a sacar descubro que contaba con 96 noviembres,
obviamente me uno al asombro, y corroído por una envidia no malsana, sea dicho,
pensaba por qué no había aparecido esa rareza en mis menudos, aún así reviso mi
poco acaudalada billetera ¨THABA¨ y en
el fondo habitaba la mayor de las sorpresas, unos relucientes 5 céntimos de
1915, tooooooma!!! 97 palos, 100 – 3 noviembres, 365 días más, desaparecida la
envida y orgulloso por mi hallazgo me dedico entonces a pensar en aquello, cuantos
millones de cubanos habrán manoseado mi moneda?, incluso, si algún salió al extranjero
y se la mostro a algún amigo de allá? , pero más asombro aun cuando hago un
poco de revisión en internet y descubro que en ese mismo año Pancho Villa
andaba a sus anchas por los ¨Estados Unidos Mexicanos¨, o estaba en pleno
apogeo la 1era guerra mundial, o que EU
creaba la NACA(la abuela de la NASA), o mejor aún, que Kafka publicaba su (no sé
cómo) llamarlo libro ¨ La Metamorfosis¨, o que aún Plutón no es reconocido como
planeta, y que me dicen si les cuento que andaba Einstein presentando su teoría
de la relatividad? Mi moneda ¨nació¨ el mismo año q ilustres madres decidieron
traer al mundo a Orson Welles, o a Les Paul, o David Rockefeller (ironías), a Édith Piaf o a Frank
Sinatra. La miro y la vuelvo a mirar, mi moneda ya no es una cualquiera, sigo
pensando nacionalmente e inevitablemente pienso en cuantas putas cubanas han de
haberse pagado con mi moneda, quedará alguna con inquietudes numismáticas que
desee intercambiar favores conmigo? Me
aprieta el hambre y vuelvo a pensar en mi moneda, cuantos panes, pizzas,
cervezas y demás fueron pagados a la misma vez con mi moneda? , Podré encontrar
algo ahora si salgo un momento?, cuántos de esos cuentos que les encanta
restregarnos a nuestros abuelos tendrán como personaje principal a mis escasos
5 centavos? Finalmente me toca comenzar a trabajar y debo dejar de pensar en boberías,
mi última conclusión me entristece mucho, posiblemente tan preciado tesoro,
tanta historia hoy cambiará de dueño, la mujer que vende el pan en mi bodega me
lo reclamará y yo tendré q dejarlo marchar.