lunes, 21 de mayo de 2012

Soledad Acompañada.


Canciones ridículamente hermosas me persiguen, por más que me escondo saltan frente a mi desde todas direcciones, se asoman desafiantes de las distancias, las horas, las ganas y las disposiciones, me cuentan al oído sus historias, se apean conmigo en las paradas y me reciben en la puerta de mi casa, pelean entre ellas por llegar y acomodarse entre mis ganas, se escurren por debajo de mis sábanas. Ahora mismo me acompañan, y bailan frente a mí y se mueven insinuantes y me gritan a la cara.

Siempre pasa igual, siempre que dejo a un lado la nostalgia y sonrío y sueño y despierto y veo luz, siempre que una musa me tira de la cama y me sonríe, y me desata. Siempre que descubro una mirada, siempre que regalo una caricia, siempre que mis labios bailan en su danza. Siempre que duermo y sueño en verde,  siempre que imagino, siempre que olvido el estar en tu maldita encrucijada. Soledad  vete, déjame solo, invéntate una excusa, acepta que perdiste, acepta que esta vez has sido derrotada.

lunes, 14 de mayo de 2012

Es el amor lo que importa y no…




Confieso que me he enamorado de una mujer mayor, roza los 90 años, fue rubia y hoy es nieve, tiene manos temblorosas y palabras poco audibles, pero tiene una sonrisa que me hace grande, que me hace fuerte, vive lejos, pero si ella supiera cuanto la quiero!!!,  no me conoce, ni yo a ella personalmente, pero su verso me hace esclavo.
Con el debido y merecido respeto y desde mi óptica de enamorado perverso, considero que esta señora, mi señora, es descaradamente sensual, tiene una mirada que profana al más puro, que subleva, que desata. Con una eficacia rotunda, tiene la potestad de la imagen sin metáforas, su pluma escribe para el ayer, el hoy y no se divorcia del mañana. ¿Quien no ha sido un muchacho loco, un muchacho cuerdo o ha rozado como al descuido? , ¿Quién, de amor, no se ha desordenado?
Ella dice que se acuesta después de las 3, yo digo que siempre sueño con ella, ella dice que es feliz por haber sido poeta, yo digo que soy dichoso por disfrutar su métrica. Esta vez no seré celoso, la comparto, porque nadie tiene derecho a privar al mundo de semejante maravillosa criatura, mi más profundo respeto y admiración a Carilda Oliver Labra.


Te borraré.  Carilda Oliver Labra
Te borraré con una esponja de vinagre,
con un poco de asco.
Te borraré con una lágrima importante
o un gesto de descaro.

Te borraré leyendo metafísica,
con un telefonazo o los saludos
que doy a la ceniza;
con una tos o un cárdeno minuto.

Te borraré con el vino de los locos,
Sacándome estos ojos;
con un varón metido aquí en mi tumba.

Te borraré con juegos inocentes,
con la vida o la muerte;
¡Aunque me vuelva monja o me haga puta!