viernes, 28 de noviembre de 2014

En tu campo de batalla.



Ocupé posiciones estratégicas, reuní a mis generales, arengué a mis mejores soldados, apresté  mi cabalgadura, alineé mis cañones, hice ondear orgullosos mis estandartes...asegurándome de que no faltara
nada.
 Entonces, estuve listo para esperar a que salieras de la ducha y volvieras a mi cama. Llegaste, observaste detenidamente mi despliegue, sonreíste al tiempo q dejabas caer tus vestiduras y entonces comprendí que ya había perdido la batalla, comprendí que la libertad no me tocaba, que mis balas no funcionaban sin mis ganas.